Tendinopatía rotuliana
La tendinopatía rotuliana es una lesión del tendón del musculo cuádriceps en su recorrido por la rótula hasta su inserción distal a nivel de la tuberosidad tibial. Podemos diferenciar la
tendinitis (inflamación del tendón) y la tendinosis (degeneración del tendón). La mayoría de los casos que nos encontramos en clínica de fisioterapia suelen ser tendinosis debido un desgaste por sobreuso de las partes blandas implicadas. Hoy en día suelen ser una de las principales causas de incapacidad tanto laboral como a la hora de realizar nuestras actividades de la vida diaria.
¿Porque aparecen?
Las tendinopatías rotulianas aparecen sobre todo por un estrés continuado de la rodilla a ciertos movimientos y a los fuertes impactos que sufre ésta a la hora de la carrera. Entre las principales causas de su aparición tenemos:
- Traumatismos directos o indirectos.
- Enfermedad subyacente, como la artritis reumatoide.
- Administración continuada de ciertos medicamentos.
- Sobrecarga o fatiga como consecuencia microtraumatismos repetitivos.
- Desequilibrios musculares como consecuencia de una incorrecta estabilización de nuestra columna vertebral provocando un mal posicionamiento de nuestra pelvis y cadera.
- Alteraciones en la pisada por causas intrínsecas e extrínsecas: Compensaciones por dolor, calzado inapropiado….
- Debilidad muscular, sobretodo del musculo cuádriceps, muy presente en postcirugias de rodilla.
Clasificación y síntomas:
Dependiendo de la zona de mayor sobrecarga podemos encontrarnos lesión en distintas zonas del recorrido del tendón provocando diferentes síntomas al paciente:
- Tendinitis suprarotuliana: Dolor en la cara superior de la rótula.
- Tendinitis rotuliana proximal: Dolor en el polo inferior de la rótula.
- Tendinitis distal rotuliana: Dolor en la tuberosidad tibial.
- Calcificación del tendón rotuliano: Suelen aparecer entre el polo inferior de la rótula y la tibia debido a una degeneración crónica del tendón.
- En otras ocasiones el dolor se puede localizar en las zonas laterales de la rótula, en los llamados alerones rotulianos (prolongaciones laterales del tendón rotuliano).
Estos síntomas suelen aparecer cuando solicitamos tanto una contracción como un estiramiento del cuádriceps, siendo los movimientos más dolorosos:
- Carrera y saltos.
- Subir y bajar escaleras
- Levantarse y sentarse
- Mantenerse de cuclillas
Tratamiento:
El tratamiento siempre lo enfocaremos dentro de una terapia activa estando en todo momento contraindicado el reposo absoluto. En las primeras fases del tratamiento siempre
guardaremos reposo deportivo junto con la aplicación de técnicas de fisioterapia, en las que podemos incluir:
- Electroterapia: TENS, US, laser…
- Terapia Indiba
- Terapia manual
- Electrolisis percutánea intratisular.
- Crioterapia
A continuación, cuando el dolor haya disminuido de forma considerable empezaremos a trabajar el tendón para ayudar a su nueva cicatrización de forma adecuada. Además añadiremos ejercicios suaves sin mucha carga para ir recuperando fuerza muscular. De forma progresiva iremos sumando cargas, entrenando tanto la fuerza como la coordinación de la musculatura implicada. Acabaremos con ejercicios excéntricos de cuádriceps y ejercicios de propiocepción del miembro inferior, todos ellos indispensables en las últimas etapas de recuperación.
Importante realizar la vuelta al deporte de forma escalonada, siempre atendiendo a las indicaciones de su fisioterapeuta y del licenciado en actividades físicas y deportivas. Así obtendremos un tendón sano y las recidivas serán muy bajas.
ALBERTO ZAMORANO, Fisioterapeuta